domingo, 6 de octubre de 2013

Mi cuerpo es MIO y lo cuido

Cuando leemos el titulo de esta columna, o vemos marchar a las feministas con letreros amarillos con esta frase o lo vemos en las mochilas de las chicas que se sienten feministas y que se atreven a usarlo, pensamos automáticamente en que es un tanto obvio; "por supuesto que nuestro cuerpo es nuestro! de quién más va a ser..." 
Sin embargo, no hay que obviar lo obvio y por lo tanto es que he pensado en tocar este tema que es una de las bases para emanciparse de esta sociedad machista patriarcal. Asumir que nuestro cuerpo es nuestro y no de los otros. 

Cuando eres hombre, tu cuerpo es tuyo, caminas por la calles y rara vez una chica se atreve a decirte un piropo que generalmente suele ser suave, y dentro de ti sabes, que difícilmente esa chica podrá agredirte y maltratarte para luego abusar de ti sexualmente. Tienes que ser un niño para que esto suceda. En GENERAL los hombres saben que son dueños de sus cuerpos
Cuando eres mujer, te viste pensando en que no es una buena idea mostrar mucho los pechos o usar esa falda que te fascina porque es muy corta, te preocupa que te vayan a dar el "agarrón" en el transporte publico o a mitad de la calle, y si sucede nadie  te defiende porque te lo merecías por andar provocando a los hombres. Otras veces te embarazas y en realidad no lo deseabas, querías abortar pero tu pareja y tu familia, e incluso la misma sociedad te presiona para que no lo hagas y deciden sobre tu maternidad dejando de lado tu opción. Cuando tienes a tu hijo sientes un rechazo al amamantamiento y deseas darle "relleno" a tu hijo, pero en el hospital o la clínica las enfermeras te obligan a amantar y cuando la gente te ve te dice mala madre y usan la excusa del "apego" cuando en realidad no tienen idea sobre lo que realmente es y cómo funciona. En GENERAL las mujeres aun no se dan cuenta que son dueñas de sus cuerpos y que nadie puede decidir sobre él. 

El proceso de aceptar que nuestro cuerpo es nuestro es un proceso complejo. La sociedad no lo acepta, te dicen cosas hirientes y te vas dando cuenta que no encajas por querer proclamar soberanía sobre todo aquello que tiene piel. Pero no todo es tan malo. 
Cuando comienzas a hacer oídos sordos, cuando comienzas a experimentar la sensación de empoderamiento de lo que por derecho natural es tuyo eres capaz de tomar muchísimas más decisiones. Sales a la calle y defiendes tu cuerpo, decides sobre tu maternidad, decides sobre cómo alimentar a tu hijo, decides con quien y como hacer el amor o tener sexo. 

PERO NO TODO ES FÁCIL! Como el cuerpo es tuyo, como nadie más tiene poder sobre él más que tú debes cuidarlo. Puedes hacer el amor con quien se te de la gana y cuantas veces quieras, pero siempre cuidando tu cuerpo, es decir, la prevención de enfermedades de transmisión sexual (ETS) y la prevención de embarazos no deseados van de la mano con el cuidado y valor que le entregas al cuerpo. Una enfermedad venérea jamás sana, sólo se controla, un embarazo no deseado y la decisión de abortar cuando aun no haz formado un verdadero concepto de "mi cuerpo es mio" puede ser traumático debido a que seguirás escuchando los comentarios de la sociedad sobre tu emancipación. También debes cuidar tu alimentación (no se trata de ser gorda o flaca, esos son patrones europatriarcales) o cuidar tu sistema hormonal, entre otros. Eso quiere decir, no abusar de muchas cosas que pueden perjudicarte a la larga. 
Además y paralelamente, cuando cuidas tu cuerpo y logras hacer soberanía en él NO quiere decir que puedas agredir otros cuerpos. No quiere decir que puedas abusar de aquellos que caminan por la calle e intimidarlos, que obligue a personas a no ser autónomas de lo que por derecho le pertenece, ya que es un proceso largo y doloroso y jamás debes olvidar eso. Cada una es libre de elegir el camino que desee, orientándola y recomendando esta aventura de poseer lo que es nuestro pero la decisión final es del que escucha. UNA OBLIGACIÓN SERÍA AGREDIR COMO TE AGREDIERON A TI 

viernes, 27 de septiembre de 2013

Ser mujer NO es sinónimo de ser madre.-* !

A un díal 28 de septiembre, Día Internacional de la Despenalización del Aborto, es muy importante dar el incapié del tema, aludiendo a una nueva etapa en la que se encuentra la mujer en Chile y el mundo y por el cual, lógicamente se aboga a un aborto libre, seguro, legal y gratuito y es principalmente: El desteto de la maternidad. 
Si, ya van unas décadas en donde vemos a mujeres mayores de 35 años que recién están emprendiendo esta antigua labor llamada maternidad, y las cuales son criticadas fuertemente por la sociedad de que "se les está escapando el tren" o que "se le ponen los ovarios viejos". Mujeres que en realidad, lo que han hecho es cumplir sus metas, poniendo por sobre la maternidad el aspecto intelectual, el trabajo o incluso los placeres propios que ellas consideran imperdibles como viajar hasta el cansancio para luego ser madres. 

Sin embargo, hoy vemos a otro tipo de mujeres, mujeres que han decidido NO SER MADRES. 
Estas mujeres, en su gran mayoría han sido rechazadas por la sociedad, siguen siendo rechazadas y son tildadas de "solteronas amargadas", de mujeres egoístas y egocéntricas o simplemente, para aquellos más extremos simplemente abogan a su opción sexual con el comentario clásico escuchado en los círculos sociales hetero patriarcales "debe ser lesbiana". 
Estas mujeres, que cada vez son más y que son, las que en su mayoría piden aborto legal en sus países son rechazadas y maltratadas socialmente. 
Aun, en estos días el patriarcado encasilla a la mujer como una maquina de reproducción, o mejor dicho como una incubadora, y en donde su principal labor y fin en la vida es ser madres. Es más, la negación de este "sentido común" como suelen llamarles las opositoras o madres por naturaleza, es casi tan radical como que un varón decida ser mantenido por su mujer y ser dueño de casa mientras su esposa o pareja sale a trabajar y se convierte en la proveedora del hogar. 
Seguimos estigmatizadas bajo la lógica MUJER = MADRE castigándonos y oprimiéndonos cuando decidimos descartar este estigma, cuando por cosas de la vida quedamos embarazadas sin tener esa opción, o simplemente somos violadas sexualmente y se nos obliga a tener ese hijo al cual no queremos traer al mundo por "X" razón, porque todas nuestras razones de no querer ser madres son 100% validas, el Estado y la sociedad aplican la violencia, negándonos el derecho a abortar y nos obliga a hacernos cargo de una criatura que nació por violencia o simplemente que nació sin premeditación. 

Mujer, si no deseas ser madre, si no deseas criar, si no te sientes preparada, NADIE puede obligarte a hacerte cargo de eso, porque primero que nadie estás tú. Ser mujer no es sinónimo de ser madre, ser mujer es sinónimo de ser mujer. Así de simple. No es un pecado ser la razón de una misma, no es una postura egoísta sentirte capaz de ser autosustentada, porque hasta el día de hoy la maternidad sigue siendo una excusa de tener a una pareja al lado y la madre soltera, en muchos lugares sigue siendo mal mirada y tratada como si fuera lo peor cuando en casos ha sido una opción. 
La MATERNIDAD es y debe ser siempre, UNA OPCIÓN. 

martes, 16 de julio de 2013

Educación Sexual Laica: El primer paso a una educación no sexista

A raíz del programa chileno Contacto y su reportaje sobre educación sexual en el país, y claro, todo lo que la falta de ésta implica en los adolescentes secundarios, he decidido escribir respecto al tema. No sólo como feminista, no solo como mujer joven, sino como profesora que soy y la responsabilidad que implica transformarte en "maestra" y dejar de lado la entrega de información específica.

La curiosidad sexual comienza desde muy temprano, el ser humano es curioso por naturaleza y obviamente algo que se nos está prohibido a eso de los 10 años más nos estimula la curiosidad. Comienzan los comentarios como "no son temas para niñ@s" o "¿dónde escuchaste eso?" y a fin de cuentas lo único que genera es que, como jóvenes curiosos y ansiosos de conocer eso tan prohibido la búsqueda de información sea saciada por todos lados y por todas las fuentes posibles. Sin embargo, rara vez las/os jóvenes recurren a sus padres y mucho menos a sus profesores.
La pregunta es.. ¿Qué tan preparados están los profesores para responder a las inquietudes sexuales de las/os estudiantes? o mejor dicho ¿qué tan abiertos están a querer contestar estas preguntas de TODAS LAS ÍNDOLES?
Aun, para muchos profesores mayores, hablar de sexo es considerado un tabú y ni hablar de diversidad sexual que cada día se hace más visible en los establecimientos escolares. Para mi, esos profesores están obsoletos, no saben responder preguntas de sus estudiantes, se niegan a hacerlos, los tachan y los persiguen, pero por sobre todo, perdieron la gracia de ser profesor: enseñar para crear mejores seres humanos.
A pesar de que colegios tienen sus propios programas de orientación que incluyen educación sexual, ésta, se centra en los margenes de su PEI (proyecto educativo), es importante mencionar que estos colegios son principalmente religiosos, por lo tanto la educación sexual que entregan se basa en tener relaciones sexuales como una demostración de amor dentro del matrimonio y de fomentar la familia y que ésta, la familia, es el principal educador sexual. Claramente, muchos estudiantes no cuentan con el apoyo de sus padres, otros no se atreven o simplemente la familia son más ignorantes respecto al tema que el mismo estudiante.
Por lo mismo, es el Estado el que debe entregar los margenes para una educación sexual completa para que sus propios ciudadanos puedan, no solo tener una vida sexual con responsabilidad, sino como plan de prevención de las mil y una enfermedades venereas (ETS) y prevención de embarazos no deseados (ya que se nos niega el aborto legal y seguro). Así mismo, entregar la capacitación correspondiente a los docentes y eliminar a aquellos profesores obsoletos, es lo mínimo que deben estar en los planes y programas.
La educación sexual laica es total y completamente necesaria, la orientación sexual que no apunte a formar estudiantes heterosexuales sino a ayudarlos a salir a flote para la sociedad discriminatoria y la aplicación de ésta en ejes transversales de todas las asignaturas es lo que se necesita para soltar algunos estigmas de la sociedad.
Sin educación sexual, la sociedad no avanza. Es más, dentro del mismo reportaje vemos al patriarcado en funcionamiento, en donde cualquier error sexual se culpa a la mujer. Así mismo, la definición de roles, en donde los jóvenes dicen que si la chica se embaraza ambos tendrían que retirarse del colegio, debido a que él tendría que trabajar y ella cuidar al bebé. Una educación sexual como corresponde logra eliminar los roles patriarcales y responsabiliza a los dos respecto al ámbito sexual.
La educación sexual laica es el primer paso para comenzar una educación no sexista como la que existe en Chile y prácticamente casi todo el mundo.

domingo, 16 de junio de 2013

Las tres revoluciones de una Mujer

Muchas veces, las criticas que se les hace a las feministas va enfocada a qué sus demandas se sumen a otros movimientos como partidos políticos legales o organizaciones sociales como colectivos anarquistas, rojos, ecologistas o cuanta cosa se les ocurra.
Cuando pasa esto, yo, Jerónima pienso: "se nota que estos imbéciles no tienen idea de la historia de la mujer, ni de lo qué es feminismo, ni del por qué nos separamos de esos movimientos que intentan integrar nuestras demandas" y los miro con una cara que se asemeja a esto "¬¬". 
Las primeras mujeres que se revelaron al sistema machista y participaron de la vida pública se sumaron a partidos políticos y organizaciones sociales y nos reducieron al trabajo doméstico dentro de la política: servíamos café, ordenábamos las sillas para las reuniones de los políticos dirigentes y organizar el papel donde se escribían los puntos claves era el trabajo más revolucionario e importante que hacíamos como mujeres involucradas en la política. Vivíamos -o sea, vivimos- en un mundo patriarcal, que seguía plegándonos a los aspectos sencillos de las tareas domésticas, y se nos seguía negando la opinión política y ni pensar de ser dirigentes o representantes. 
Lo más gracioso, es que hasta el día de hoy esta situación sigue repitiéndose constantemente y son contadas con la mano aquellas organizaciones y partidos que miran a sus mujeres como un igual y las colocan a la cabeza del movimiento que plantean... el resto, las sigue manteniendo en el anonimato y ellas, aun no reaccionan.¿Por qué no reaccionan? Precisamente porque el patriarcado y el machismo han hecho lo suyo con la mujer, su revolución es muy diferente a la revolución que hace el hombre, porque él siempre ha participado y liderado revoluciones de toda índole. Para nosotras, todo esto es nuevo. 

La mujer tiene que pasar tres revoluciones para ser una mujer revolucionaria de verdad y poder cooperar en alguna de manera óptima, de manera presente y de manera consiente de que ella es un actor político importante e integral al mismo nivel que cualquier persona que haya dirigido aquel movimiento en el cual participa. 

Primera Revolución: La revolución de la cabeza
Una mujer para poder comenzar a tener acción política y una vida política necesita romper las cadenas que la atan, necesita dejar de pensar que ella es inútil para la política, que la política sólo es tarea de hombres, que nadie la va a tomar en cuenta, que su opinión tiene menos peso que una pluma. 
Cuando una mujer logra romper eso, logra verse de manera diferente al espejo. Ve una mujer capaz de cualquier cosa, se sabe importante, se ve hermosa y libre, pero por sobre todo CAPAZ DE TODO. Las primeras mujeres que estudiaron y que se arriesgaron al juicio social porque lograron alcanzar esta revolución. Destruyeron los parámetros patriarcales. Ejemplo de esto es la señora Elena Caffarena, primera abogada de Chile. 
Una vez que la mujer logre tener noción de las cosas y de sus grandes capacidades para con la sociedad y la vida pública y, por supuesto, la puesta en escena de sus capacidades, la revolución de la cabeza ha salido con éxito. 

Segunda Revolución: La revolución del cuerpo
Cuando la mujer logra tener una mejor visión sobre lo que es capaz, y por lo tanto logra ver lo que es de ella y lo que no. Una de las cosas que le pertenece son las decisiones que quiere para su vida, y de cómo llevar a cabo dichas metas. 
Por lo mismo, la maternidad y la sexualidad es parte de esas decisiones. Una mujer que logra emancipar su cuerpo decide cuando quiere o no ser madre y si quiere o no tener relaciones sexuales con quién quiera y cuando quiera. Una mujer que ha emancipado su cuerpo se desata de las cadenas patriarcales que le niegan a la mujer el derecho al placer, y de que ésta sólo sirve para encubar hijos. 
Una mujer es cien por ciento libre de tener relaciones cuando lo desee sin que la estén obligando, es libre de tener relaciones con quien desee mientras cuide su cuerpo, porque una mujer que decide emancipar su cuerpo lo cuida como un tesoro, porque gracias a él puede llevar a cabo cualquier revolución. 
Una mujer que no desee ser madre, no es menos mujer ni más mujer, simplemente es una mujer y si llega a quedar embarazada sin desearlo, tiene toda la responsabilidad de tomar una decisión autónoma sobre el tema y el aborto, por supuesto que entra en esta categoría. A la mujer se le pasa toda la responsabilidad cuando se trata de un bebé, por lo mismo, debemos entregarle toda la responsabilidad sobre la decisión sobre si quiere o no, tenerlo. 
Una mujer que logra revolucionar su cuerpo, entregarle placer y cuidarlo, es una mujer que lo ha emancipado, porque el patriarcado niega estos derechos a las mujeres y les entrega esas responsabilidades al hombre cómo si sólo él pudiera hacerse responsable de nuestro placer o de cuidar nuestro cuerpo, cosa que no es así.

Tercera Revolución: La revolución Social
Cuando una mujer ya es totalmente autónoma, cuando ha logrado llevar a cabo estas dos difíciles revoluciones siendo mujer, está lista para empezar la ardua batalla en la sociedad, sumándose a todos los organismos socio-políticos, trabajos, partidos políticos, etc. sin tener que ser desplazada hacia las últimas filas por el simple hecho de ser mujer o de sentirse menos que nadie.

Con estas tres revoluciones, la mujer puede optar por un millón de caminos, la vida se hace más amable porque es la vida que tu vas eligiendo. Claramente al principio no es color de rosa, porque la emancipación de una mujer duele, a los que rodean a la mujer que está en este proceso revolucionario y a ella misma que siente las críticas de la sociedad y de quienes la rodean. A fin de cuentas nadie dijo que esto sería fácil.
La revolución de la mujer no se hace con sangre, se hace con lágrimas porque sentimos de manera más dura el rechazo social por salirnos de la linea que nos impone el patriarcado.

viernes, 7 de junio de 2013

Comprendiendo términos del Feminismo

Cuando hablamos de Feminismo estamos tocando membranas delicadas de la sociedad patriarcal en la cuales estamos inmersos. Es como gritar en un aeropuerto de Estados Unidos que tenemos una bomba.
El Feminismo es tan terrible para la sociedad patriarcal que ha creado sus propias defensas para protegerse de este movimiento de equidad que invita a las mujeres a emanciparse -tanto políticamente como socialmente- y qué, con justa razón, ni un hombre quiere perder su posición de poder. O ¿cómo cree usted que el patriarcado a permanecido intacto durante tanto tiempo? 
Estos mecanismos de auto-defensa están dados por los famosos "mitos urbanos" y los "estigmas" sobre lo correcto y lo incorrecto que se establecen en la sociedad en la cual se viven. 
Estos mitos urbanos están dados por crear un imaginario entorno a la feminista que se relaciona estrechamente con estos estigmas, que además estos últimos, están relacionados con los patrones de belleza y lo correcto que el patriarcado establece y que si se rompen apuntan a la discriminación social. 
Si eres feminista posiblemente te habrán tachado de "puta", de "mujer velluda", de "lesbiana" siendo que quizás tu realidad no es ni una de las anteriores. Es importante mencionar que estos conceptos son lo peor de lo peor que puede tener una mujer en la sociedad. Se TIENE que estar siempre depilada, se TIENE que ser heterosexual, y por supuesto, TIENES que ser una señorita que espera virgen al hombre indicado. Si eres feminista te llevas gratuitamente estos términos aunque no te identifiques con ellos. 
Además, se te estigmatiza sobre que no puedes arreglarte -estéticamente- porque eres feminista o no puedes pensar en la posibilidad de tener hijos en algún momento de tu vida porque apoyas el aborto... si eres feminista debes estar sonriendo en este momento, porque es real que te has llevado a lo menos un comentario de todos estos. 
Ahora, lo importante de todo y para los simpáticos que confunden feminismo con sinónimo de machismo... Es importante tener en cuenta ciertos términos que utilizamos bajo estos lentes y comprendan bien lo que estaré escribiendo. 
Esta es mi concepción de los conceptos y, claramente, acepto la construcción de los mismos porque si me cuestionan estamos haciendo revolución. El cuestionamiento es el inicio. 
Cuando hablamos de feminismo hablamos de un movimiento ideológico-político que se basa en la emancipación de las mujeres y que es rupturista con la cultura patriarcal y machista que mantiene a la mujer bajo roles familiares, en el espacio intimo (o privado), invisibilizándola social y políticamente, etc. En donde se peleó por derechos políticos y luego, en donde "lo personal es político". 
Cuando hablamos de patriarcado estamos hablando de una cultura basada en lógicas de poder que le dan el predominio total al hombre, lo cual provoca que la mujer sea invisible ante la sociedad y se rija bajo patrones sociales normados, los cuales si no se siguen son castigados socialmente. 
Por otro lado, el machismo es aquel concepto que utilizamos para la exageración del patriarcado, el cual involucra más violencia -nótese que utilizo el termino "más" porque el patriarcado también ejerce violencia-. Una violencia explicita en todos los ámbitos: sexual, constitucional, verbal, educacional, social, etc. En palabras simples es la chabanaquería del patriarcado. 
El hembrismo, efectivamente, vendría a ser un sinónimo del machismo. Es aquella mujer que agrede al hombre por el simple hecho de serlo. Es lo que entienden los ignorantes por "feminismo", y lo coloco entrecomillas porque en realidad son tan ignorantes que sus argumentos rotan en torno al mito urbano del patriarcado; Este hembrismo, es cuando la feminista se ciega y se vuelve fanática -a algunas les pasa- o son aquellas mujeres que caen en la ignorancia y confunden el feminismo con la eliminación total del hombre y lo reducen a un ser insignificante y objeto. 
Con todo lo que he dicho, aquel que me lea entenderá lo que hablo. 
Sin entender estos términos difícilmente podremos avanzar hacia una construcción de género, emprender una lucha o mucho menos, contribuir a la lucha que muchas feministas hacen día a día.